El escudo de la Hermandad    

En un primer momento, la Hermandad utilizaba como símbolo distintivo una cruz latina de color rojo tanto para sellar los documentos oficiales como distintivo que se colocaba en el peto de la vesta, cruz que hasta finales de la década de los 70 aún podía verse en la vesta de algún Aspirante.

Ramón Salas, fundador de la Hermandad, consciente que era necesario dotar a la Entidad de algún distintivo de mayor calidad diseñó el que nos ha llegado hasta nuestros días.

El escudo de la Hermandad, redondo con una corona real, consta de una orla cuadrifolia completada con elementos de tipos vegetal. En su interior hay una cruz latina flanqueada por las letras “h” i “n”, que se interpretan como las iniciales de las palabras “hermandad” i “nazareno”. La medalla, que reproduce el escudo ahora descrito, es de color dorado metálico, con la cruz esmaltada en rojo transparente. De la cruz que remata la corona, sale una pieza triangular que sirve como pasador para el cordón.

La corona real que lleva el escudo, fue añadida el año 1914, a raíz del otorgamiento de dicho título por parte del Rey Alfonso XIII. Este reconocimiento se otorgaba a las Entidades en función de la su importancia sociocultural, artística, patrimonial, etc. De todos modos, era necesario contar con el apoyo de una persona influyente en la corte que la avalase y la apadrinase. La Hermandad, para tal menester contaba con el Sr. Ramón de Morenes y García-Alesson, ilustre tarraconense, amigo personal de nuestro fundador y presidente perpetuo Sr. Salas. Entre otras dignidades, el Sr. de Morenes, era el 5º Barón de les IV Torres, 8º Conde del Asalto, Marqués de Grigny y Conde de la Peña del Moro, Caballero del Real Cuerpo de la Nobleza de Catalunya. Posteriormente fue nombrado Grandeza de Es paña, Diputado a Cortes por Tarragona y Senador, primero por elección y después de manera vitalicia. En conjunto, un extraordinario avalador que consiguió, gracias a su valiosa gestión, que la Hermandad consiguiera el título que ostenta por la Real Orden de 16 de marzo de 1914.

Tenemos constancia que a partir del año 1915 la Hermandad inició gestiones a fin de confeccionar las primeras medallas, estudiando las propuestas presentadas por distintos industriales. El coste de la medalla, aconsejó antes de nada, hacer una consulta entre los asociados (unos 135) a fin de saber cuantos de ellos la adquirirían. El mes de marzo del año 1916 se acordó el envío de una circular en la que se pedía, en primer lugar, si estaban de acuerdo en la confección de la medalla y, en segundo lugar, si el pago del importe de la medalla lo efectuarían de una vez o lo harían a plazos. El resultado de la consulta fue favorable en un 70%. En cuanto al pago, se acordó que éste se haría a plazos.

Como consecuencia directa de la primera guerra mundial, que generó un encarecimiento general de los productos, el precio ofertado el año 1915 por la empresa Taller de A. Sans Segura experimentó un notable incremento, presentando una nueva oferta que es como sigue: «Precio del troquel, 400 Ptas. (2,40 €) Precio de los escudos, siendo el pedido mínimo de 150; uno, 5,25 Ptas. (0,03 €) Precio del cordón de seda y pasador; uno, 0,75 Ptas. (0,0045 €) El troquel quedará en propiedad de la Hermandad. Los escudos normalizada la situación actual seguramente podrán rebajarse en un 15 por ciento. Condiciones de pago: La mitad del total importe a la entrega de los escudos y el resto a los 6 meses.»

La Semana Santa del año 1927, la Hermandad desfilaba por primera vez con la nueva medalla en substitución de la cruz roja que había servido hasta entonces como distintivo.

Durante el periodo anterior a la guerra civil española, la sociedad experimentó cambios que afectaron la vida de las Entidades, así no es de extrañar que proclamada la república, los símbolos reales fueran suprimidos, como pasó con la corona que figuraba en el escudo. También podemos ver como fue suprimida en los impresos y publicaciones de la época, tachándose a mano tanto la corona como la palabra “Real” en los papeles de uso interno o libros de acuerdo con el acuerdo que la Junta Directiva tomó el 22 de abril de 1931. Cuatro años después, el mes de abril de 1935, a fin de regularizar los símbolos de la Hermandad, fue dirigida a los asociados una circular en la cual se les indicaba que podían pasar por el local social con la medalla para sacar de ésta la corona real. Aún hoy podemos ver alguna de aquellas medallas así como otras a las cuales, a fín de rematar la argolla/pasador del cordón, se les añadió unas pequeñas orlas a ambos lados de aquélla.

Finalizada la guerra civil, la Junta Gestora presidida por el Sr. Juan Carbó, que se hizo cargo de la organización de la Entidad hasta el nombramiento de una nueva Junta Directiva, consideró la posibilidad de cambiar el distintivo por otro de distinto dado que “una parte de los asociados no disponía de él o el que tenia no era el reglamentario”. Finalmente se aprobó conservar el antiguo escudo solicitándose presupuestos para la confección de unas 300 medallas. El mes de junio del año 1940, se cuenta ya con un presupuesto para la confección de 200 medallas al precio unitario de 22,50 ptas. (0,14 €) y otras 500 (3,01 €) para la confección del cuño.