Ramón Salas y Ricomá    

Ramón Salas y Ricomá, fundador de la Hermandad, arquitecto y tarraconense de pura cepa, nació en el seno de una familia modesta el 29 de Abril de 1848, hijo de Pau Salas y Tecla Ricomà.

Cursó estudios de arquitectura en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y, una vez finalizados éstos, volvió para dedicarse a la enseñanza como profesor de matemáticas en el Colegio de Tarragona, del que fue catedrático y posteriormente Director. Compaginaba la función docente con el ejercicio de la arquitectura. Una de sus primeras obras fué la plaza de toros de Tarragona, construida e inaugurada el año 1883.

Como arquitecto contribuyó a la recuperación del patrimonio arqueológico tarra-conense, muy especialmente a través de la Sociedad Arqueológica Tarraconense (SAT), de la cual fué socio desde 1875 y tesorero desde 1901.

El año 1876, fué designado por la SAT como comisario para supervisar los trabajos de restauración que debían realizarse en el mosaico romano de la Medusa, propiedad de la SAT, localizado en la cantera del puerto. Nuevamente aquel mismo año, fué comisionado para valorar las partes del Monasterio Cisterciense de Poblet que necesitaban una intervención urgente, todo ello dentro del impulso que la Sociedad Arqueológica estaba propugnando para la restauración del cenobio populetano.

Como directivo de la SAT, realiza distintas funciones y trabajos como puede ser la valoración que el 1902 hizo de unos terrenos para la construcción de la futura sede del Museo Arqueológico propugnada por la citada entidad o como miembro de la comisión creada para la adquisición de objetos arqueológicos destinados al museo.

El año 1883 fué nombrado Arquitecto Municipal y como tal, dirigió la reforma y ampliación del museo arqueológico (1895). Años después, redactó el proyecto del nuevo museo a ubicar en los terrenos que el Ayuntamiento había ofrecido al Estado el año 1915. A Ramon Salas se deben obras emblemáticas para Tarragona como son la baranda del “Balcón del Mediterráneo”, el basamento del monumento Roger de Lauria (1889), el antiguo edificio de las hermanitas de los pobres, el edificio de la audiencia provincial de la plaza del Pallol, la ermita de la Salud (1908), el convento de las Carmelitas Terciarias, la iglesia del Serrallo, el teatro del Ateneo de la clase obrera de Tarragona, etc.

Durante el tiempo que ocupó el cargo municipal, puso especial empeño en el control de los solares donde se trabajaba, vigilando la aparición de posibles restos arqueológicos.

El año 1890 fué nombrado Arquitecto Provincial y pasó a ser vocal de la comisión de monumentos, desde donde pudo dedicarse de lleno a los restos arquitectónicos del monasterio de Poblet, abandonado y destruido a raíz de los movimientos del año 1835. Asimismo trabajó en la restauración del monasterio de Santes Creus, ubicado también en las comarcas tarraconenses. Fruto de esta dedicación son la publicación de dos guías sobre ambos monasterios.

Cuatro años después, el 1894, fué nombrado Arquitecto Diocesano llevando a cabo distintos trabajos de restauración en la catedral tarraconense con motivo del Congreso Católico. Posteriormente realizó otros de mejora y de construcción de diversas dependencias como el vestuario del Cabildo y la reforma de la Sacristía. También intervino en la creación del Museo Diocesano.

El Abril de 1910 un nuevo cargo se suma a los que ya ostentaba. Por Real Orden es nombrado Arquitecto restaurador y conservador de los Monumentos Nacionales a cargo del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes de las provincias de Tarragona, Zaragoza y Huesca. De esta época destacan los trabajos realizados en la basílica del Pilar de Zaragoza.

Por sus méritos, fue nombrado “Caballero de la Real Orden de Isabel la Católica” y acadèmico de la “Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”.

El Ayuntamiento de Tarragona, coincidiendo con el centenario de la Hermandad, acordó bautizar con su nombre a una de las nuevas calles de la denominada zona de “Llevant”.

Ramón Salas finalizó sus días en Tarragona el 4 de Abril de 1926, descansando sus restos mortales en el cementerio de dicha ciudad. En su recuerdo, cada año la Hermandad realiza una ofrenda floral ante su tumba en la cual también descansan los restos de su hermana, Dolores Ricomà, Presidenta Honoraria de la Entidad.

Por deseo expreso de los herederos del difunto, el archivo personal y profesional de Ramon Salas se halla depositado en el Archivo Diocesano de Tarragona.